Nueva York exigirá certificado de vacunación para permitir el acceso a restaurantes, salas de espectáculos y gimnasios, anunció el martes el alcalde demócrata Bill de Blasio, convirtiendo a su ciudad en la primera de las grandes metrópolis de Estados Unidos en crear un pase sanitario.
Si usted está vacunado (...) tiene la llave, puede abrir la puerta. Pero si no está vacunado, lamentablemente no podrá participar de muchas cosas", dijo De Blasio en una conferencia de prensa.
En medio de un aumento de casos de covid-19 en Estados Unidos, De Blasio dijo que el pase sanitario, llamado "Key to NYC" ("Llave a Nueva York"), será lanzado el 16 de agosto, seguido por un periodo de transición de un mes.
"Es hora de que la gente vea la vacunación como algo literalmente necesario para tener una vida completa y saludable", indicó el alcalde.
En Nueva York, una ciudad de más de ocho millones de personas, 71,8% de los adultos han recibido al menos una dosis de vacuna, según cifras oficiales.
En las últimas semanas, el alcalde y el gobernador del estado de Nueva York, Andrew Cuomo, emitieron regulaciones que endurecen las exigencias de vacunación en medio de la pandemia mientras Estados Unidos lucha contra la variante delta del virus.
Hace unos días, Cuomo anunció que el estado de Nueva York requerirá a todos los trabajadores sanitarios que tienen contacto con el público y todos los empleados estatales que presenten un certificado de vacunación o se sometan a pruebas semanales de detección del coronavirus.
Exigencias vs libertades.
Las medidas llegan en momentos que Estados Unidos intenta que crezcan las tasas de vacunación, que se han estancado considerablemente en los últimos meses a pesar de que la nación norteamericana tiene el suministro de dosis más alto del mundo.
La nueva ola de infecciones empuja la cifra de hospitalizaciones a niveles observados el verano boreal pasado. A lo largo del país, los hospitales están viendo un promedio de 6.200 ingresos diarios por covid, en tanto que las muertes rondan las 300 por día.
Muchos sindicatos y críticos de las disposiciones se han pronunciado en contra de las vacunas obligatorias, citando argumentos de libertad personal.
Con casi un mes de retraso, el país alcanzó el lunes el objetivo del presidente Joe Biden de que al menos 70% de los adultos tuvieran una dosis de la vacuna. La fecha original era el festivo 4 de julio, Día de la Independencia estadounidense.
La caída de las tasas de vacunación se observa particularmente en regiones políticamente conservadoras del sur y el centro-oeste, y entre la gente más joven, aquellos con ingresos más bajos y minorías raciales.
La semana pasada, la administración Biden anunció que los trabajadores federales necesitarán vacunarse o someterse a pruebas regulares, siguiendo pasos similares a los adoptados en California y Nueva York.